11/02/2018
12km circular | 4:14h en mov. 5:22h en total
865m de subida (IBP: 87)
Ruta corta pero con desnivel y una vistas espectaculares, eso si con nada de sombra muy buena para estas fechas en las que buscamos el sol.
Comenzamos en el pueblo de Barx saliendo del mismo en dirección a la salida hacia Sitmag para subir primero al Penyalba (772 m) y luego por la cresta hasta el Mondúber (841m) para volver a Barx pasando por la Urbanización de la Drova.
Al salir de Barx comenzamos una subida intensa para ganar altura e ir dándole la vuelta al Penyalba para atacar por el lado interior, antes hemos pasado una senda que sube totalmente recto a la cima, que utilizan para las carreras de montaña, nosotros seguimos la senda que lo rodea hasta llegar al cruce que nos llevará luego al Mondúber.
Alcanzamos la cima del Penyalba tras rodear el bloque de piedra que lo corona.
La roca de la cima del Penyalba
Desde la cima del Penyalba podemos ver el Aitana en esta ocasión nevado así como el Moncabrer nevado también, el valle de Tabernes de la Valldigna con la sierra de Corvera al fondo.
Seguidamente cresteamos hasta llegar a la pista que sube al Monduber, el cresteo es bastante sencillo y solo tiene un par de pasos un poco más complicados pero con suficiente agarre.
La subida al Mondúber tiene un par de tramos de senda que te permiten no chafar asfalto hasta la cima no cruzarte con los que suben en coche que los hay.
El pico del Mondúber esta repleto de antenas, por lo que son mucho más agradables y atractivos los que haces antes de crestear hacia él, o en el caso del Aitana cuando pasas al siguiente.
Las vistas están bien pero casi todas a través de hierros cables y tambores.
Deshacemos el camino de subida al Mondúber por las sendas y cogemos una senda que sale a la izquierda que nos baja de nuevo a la pista atajando un trozo y luego ya hay un buen trozo de pista asfaltada de la que acabas bastante harto, para terminar bajando por una pista a la urbanización de la Drova, con los almendros en flor que esperamos que sobrevivan a las heladas que faltan.
Salimos de la urbanización por una senda que nos lleva hasta el pueblo.
En el bar la Font en la plaza del pueblo acompañados de cerveza bien fresquita, ensalada y tapas, nos comimos los bocatas de la comida. Eso si primero unos estiramientos.
Antes de comenzar la excursión visitamos el horno Sepell que está en la Calle Simat, 3 muy cerca del Bar la Font y de la fuente del pueblo. Todo muy bueno pero de lo que probé destacaría los ametlats (almendrados), pastas hechas con harina de almendra, azúcar, huevo, limón y coronadas por una almendra pelada o con piel, duros pero perfectamente comestibles y deliciosos y adictivos como las pipas no puedes comer uno solo.
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